La adolescencia trae consigo cambios en distintos niveles. Las células cerebrales propician conexiones entre diferentes regiones del cerebro, al punto de configurar y actualizar el cerebro. En medio de todos estos cambios, ¿cómo funciona el cerebro de un adolescente?
Todavía quedan varios años para desarrollar la capacidad para empatizar con los demás y suprimir comportamientos complicados. Si bien la madurez continúa a lo largo de los veintes, la adolescencia comienza con este camino. No es fácil pasar de la niñez a la edad adulta. Éste es un intermedio, parecido al molde de las primeras experiencias durante la niñez. Sin embargo, el cerebro del adolescente destaca, ya que difiere bastante del funcionamiento del niño y del adulto.
Sigue leyendo para descubrir cómo funciona el cerebro de un adolescente y cómo puedes ayudar a tu hijo o hija a procesar este periodo de cambios.
El comportamiento de los adolescentes
A veces puede parecer que los adolescentes se comportan de manera impulsiva e irracional sin ninguna razón. Asimismo, a menudo no consideran las consecuencias de sus acciones. Su comportamiento, la forma en que resuelven problemas y toman decisiones, difiere mucho de cómo lo hacen los adultos.
Esto se debe a que cada etapa (niñez, adolescencia y adultez temprana) implican determinados períodos de maduración y desarrollo del cerebro.
En una región específica del cerebro se atribuyen reacciones de miedo e impulsividad como reacciones inmediatas. Esta región se desarrolla más temprano en la vida. En cambio, la corteza frontal, responsable del razonamiento, logra un desarrollo completo mucho después. Aún después de llegar a la adultez, esta área del cerebro todavía está cambiando y madurando.
Además, durante la adolescencia las conexiones cerebrales aumentan con rapidez, por ende las vías cerebrales se vuelven más efectivas. Con base en esto, las células nerviosas logran comunicarse entre sí para obtener el desarrollo requerido al momento de coordinar el pensamiento, la acción y el comportamiento.
Los adolescentes están pasando por todo eso, por este motivo actúan de manera diferente a los adultos; sus cerebros están en constante cambio.
¿Cómo funciona el cerebro de un adolescente?
Los adolescentes manejan un proceso mental completamente diferente a un adulto, sobre todo al momento de tomar decisiones y superar desafíos. En lugar de guiarse por el raciocinio (todavía sin desarrollar), se rigen por las áreas más emocionales y reactivas del cerebro. Asimismo, existen estudios que demuestran los efectos perjudiciales frente a la exposición a sustancias tóxicas. El alcohol y las drogas alteran y retrasan este desarrollo.
De acuerdo con su etapa de desarrollo, los adolescentes tienden a:
- Actuar de manera impulsiva. Esto los hace pasar por momentos accidentales
- Malinterpretar señales sociales y emociones ajenas
- Involucrarse en conflictos con otros adolescentes
- Arriesgarse en exceso en algunos retos de la vida
Los adolescentes tienden a evadir la indecisión, no piensan antes de actuar, ni se detienen a considerar las consecuencias de sus acciones o a cambiar, incluso cuando se les indica lo erróneo que es su comportamiento.
Sin embargo, aunque los jóvenes poseen un cerebro diferente, todavía tienen cierta capacidad de tomar buenas decisiones y discernir lo correcto de lo incorrecto. En alguna medida se sienten conscientes de sus acciones. De esta manera, los padres y otros adultos alrededor de los adolescentes, son responsables de mejorar la comprensión, la anticipación y la gestión del comportamiento de los adolescentes. Lo más apropiado es enseñarles el camino y hacerlos conscientes de estas diferencias.
El buen juicio hace sobresalir al cerebro adolescente
La parte racional de un adolescente no está completamente desarrollada hasta más allá de los 25 años. Mientras, tu deber como padre es guiar a tu hijo hacia el camino del buen juicio.
Él o ella aún no es consciente de las consecuencias a largo plazo. Incluso puedes notar que se limita a la parte emocional y elige evadir el pensamiento racional que es tan claro para ti. Los cerebros adolescentes aún están desarrollando conexiones entre sus emociones y sus decisiones, aunque no se desarrollen al mismo ritmo.
Por este motivo puede parecer que no son capaces de explicar lo que están pensando, su información cerebral se basa mayormente en sus emociones. Sus sentimientos se vuelven mucho más importantes que sus pensamientos y su raciocinio.
6 cambios en el cerebro adolescente
Pese a que son muchos cambios, a grandes rasgos puede verse cómo funciona el cerebro de los adolescentes:
1. El cerebro consigue su tamaño máximo durante este período
El cerebro femenino alcanza su mayor tamaño aproximadamente desde los 11 años, mientras que el cerebro masculino lo hace alrededor de los 14 años. No obstante, esta diferencia no determina mayor inteligencia entre uno y otro sexo.
2. Después de desarrollar todo su potencial, el cerebro continúa madurando
Sin importar que el cerebro haya alcanzado su tamaño completo, todavía continúa en proceso de maduración y desarrollo, incluso hasta la edad adulta media. La corteza frontal se contempla como parte de las últimas regiones del cerebro en madurar. Precisamente en esta área se encuentran los procesos para regular los impulsos, planificar y priorizar.
Las habilidades en desarrollo de los adolescentes los hacen más propensos a involucrarse en desafíos sin considerar las posibles consecuencias. Precisamente por este motivo necesitan de una guía.
3. Sus procesos naturales se basan en el aprendizaje y la adaptación
Los adolescentes han desarrollado una gran cantidad de plasticidad cerebral. Por ello, son capaces de asimilar todos los cambios y así adaptarse a su entorno.
Ellos tienen un cerebro que aprende y madura cuando se lo desafía de manera intelectual, física y creativa. Así, deben estar en contacto con esta plasticidad a través de actividades desafiantes en distintos ámbitos: académicos, creativos y deportivos.
4. Son más susceptibles a ciertos conflictos mentales
Debido a los cambios constantes en su cerebro, los adolescentes son vulnerables a ciertos problemas de salud mental, en combinación con sus cambios físicos, emocionales y sociales. En medio de todo ello, es fácil que se sientan abrumados o presionados, con estrés, ansiedad y demás problemas.
Sin duda su desarrollo los hace responder de manera diferente al estrés. Practicar la atención plena y el estar presentes puede ayudarlos a reducir el estrés y a sobrellevarlo. En ese momento es oportuno recibir el apoyo y la atención necesaria, al grado de ver los conflictos como una oportunidad y un reto para entender las emociones que repercuten en la función cerebral de tu hijo o hija.
5. En comparación con niños y adultos, los adolescentes necesitan dormir más
Los adolescentes tienen niveles más altos de melatonina (hormona del sueño) en la sangre después de la medianoche. Los adolescentes pueden tener dificultad para levantarse debido a esta diferencia.
De esta manera, ellos necesitan de nueve a diez horas de sueño por noche, pero la mayoría de adolescentes no duerme tanto. Sin dormir lo suficiente, es posible que no puedan prestar atención, se vuelvan más impulsivas y experimenten ciertos niveles de irritabilidad.
6. Sus cerebros son más resistentes
Aunque parezca imposible en ese momento, los adolescentes sobreviven a esta etapa y se convierten en adultos saludables y maduros, pese a que pasan por momentos llenos de vulnerabilidad para su cerebro. Es posible proteger al cerebro en medio de estos cambios y prepararlo para los procesos mentales a largo plazo. Sólo hace falta el desarrollo guiado y el entendimiento correcto.
¿Qué hacer como padre para entender cómo funciona el cerebro de un adolescente?
Como padre, debes ser un modelo a seguir para tu familia, pero en especial para tu hijo adolescente. Tu comportamiento y la forma de sobrellevar tus responsabilidades tendrá un impacto a largo plazo en la vida de tus hijos.
Los adolescentes son competentes y resistentes. Sin embargo, es difícil hacerlos ver cómo pueden ser el cambio frente a los retos de la vida, puesto que están muy enfocados en sus impulsos y en sentimientos negativos. Puede ayudar recordarles cómo han logrado superar algunos retos. Aquí tienes algunos consejos al respecto:
- Vincula con tacto su pensamiento impulsivo con hechos para reducir el pensamiento impulsivo. De esta manera, el cerebro puede crear y reforzar conexiones que mejoren el raciocinio.
- Descubre lo que le importa a tu hijo. A través del interés le puedes demostrar que lo valoras, lo entiendes y puedes tener temas de conversación ajenos a sus responsabilidades y las expectativas que tienes hacia él o ella.
- Escucha las inquietudes de tu hijo y descubre la diferencia entre si quiere un consejo o si sólo desea ser escuchado y comprendido.
- Su cerebro requiere mayor descanso. El sueño es una parte fundamental para un estilo de vida saludable, así que guía a tu adolescente hacia horas de sueño apropiadas.
- Hay padres que se dedican a brindar consejos no solicitados o critican con demasiada dureza. Esto hace que el adolescente se cierre y se restrinja de hablar abiertamente. Asegúrate de propiciar un ambiente seguro y cómodo para ser parte de la vida de tu hijo.
¿Cómo funciona el cerebro de un adolescente? La etapa donde el cambio es normal
A pesar de que la mayoría de adolescentes piensen que no lo necesitan, tu hijo sí necesita de tu guía y de tu atención. Ayúdalo a convertirse en un adulto independiente y responsable. Esto comienza con la comprensión de su desarrollo personal.
Hay muchas maneras para conseguir un vínculo de confianza y unión. ¿Por qué no intentarlo con un campamento de verano para adolescentes? Ésta es la oportunidad indicada de que tu hijo salga del estrés de su rutina y se divierta en una estancia que también lo hará crecer y desarrollarse con base en sus intereses y habilidades.
Su fortaleza está ahí, en la forma en que funciona su cerebro, sólo hace falta que la reconozca y que pueda aplicarla a su día a día, en un entorno seguro y saludable.
Habla con nosotros, en Tarifa Kitesurf Camp somos especialistas en el desarrollo personal a través del deporte y el autoconocimiento. Entendemos que los adolescentes están sumidos en diversos cambios, por ello confiamos en nuestros métodos para que consigan ver sus capacidades y creen la confianza necesaria para confiar en su entorno social y se enfoquen correctamente en los desafíos que les depara su crecimiento.
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