Si tu hijo está en la adolescencia, ya sabrás que su vida no es como en las películas. Aún tratan de encontrar un equilibrio entre la escuela, los deberes, la familia y su entorno social. En medio de todo esto, la gestión de emociones en adolescentes resulta un proceso complicado, pero también sumamente provechoso para conocer a tu hijo.
La capacidad de regular las emociones implica comprenderlas, aceptarlas y gestionarlas; para evitar a futuro, estados emocionales prolongados que afectan de manera negativa a su bienestar como la tristeza o el enfado.
Aprender más sobre los beneficios de mantener una comunicación efectiva con tu hijo y apoyarlo a lo largo de su entendimiento emocional puede ser beneficioso para mejorar la comunicación y la relación padre e hijo.
La búsqueda de entendimiento y apoyo
La adolescencia puede ser difícil. Integrarse es a menudo una preocupación importante para los jóvenes, mientras tratan también de explorar lo desconocido y tomar decisiones propias. Todo esto es la búsqueda natural de una identidad que los haga sentir cómodos. Pero este camino no está exento de obstáculos.
Puede ser que quieras acompañar a tu hijo a través de este cambio, para que llegue a la siguiente etapa con seguridad y confianza. No obstante, este proceso implica cierto distanciamiento, a favor de la intimidad y los conflictos emocionales internos.
Muchos adolescentes buscan regular sus emociones por su propia cuenta, aunque a veces se sientan más confundidos y solos.
¿Y cómo evitan que sus emociones los superen? A veces sólo se dedican a absorber información de una variedad de influencias: redes sociales, cultura popular, amigos, adultos y otras figuras de autoridad.
En medio de ello, tú tienes la mayor influencia, aunque no lo creas. A menudo, los padres tienden a olvidar esta etapa de aprendizaje. Los jóvenes aprenden bastante observando y escuchando, debes estar preparado para ello.
Razones para realizar una buena gestión de emociones en adolescentes
Las mentes en crecimiento suelen confundir sentir enfado con ser alguien perpetuamente enfadado. De esta manera es fácil confundir a los sentimientos negativos como indicativos de su carácter e incluso su valor como persona.
Todo esto ocurre mientras intentan moldear su identidad y definir sus valores y creencias. Por ello es común encontrar jóvenes que reprimen sus sentimientos y asumen comportamientos experimentales, como:
- Rebeldía
- Uso de tecnología como modo de escape
- Aislamiento o distanciamiento
- Falta de motivación
- Mayor frecuencia de mala comunicación (a través de enojo, desinterés, evasión)
- Menor rendimiento en sus actividades
- Comentarios negativos de autocrítica
Estos sólo son pasos extra para llegar a un buen manejo emocional. No obstante, también podrías ayudar a tu hijo y generar un impacto positivo en su vida, a través del apoyo y la apertura comunicativa.
Aquí podrás ver algunos ejemplos de ejercicios emocionales positivos:
- Meditación. Para enfocar la mente en el momento y liberar presiones del pasado o del futuro.
- Tomar tiempo para uno mismo. El cuidado propio también se enseña, para lograr el autoconocimiento y crear pequeños momentos de agradecimiento por un buen estilo de vida.
- Mostrar todo tipo de emociones de manera abierta. Esto es necesario para que el adolescente no crea necesario evadir y negar algunas emociones no tan agradables.
- Expresar sentimientos en un diario o a través de manualidades artísticas.
- Tener una rutina de actividades deportivas.
Mediante estas prácticas se puede lograr separar la emoción real del individuo.
Una gestión de emociones saludable
Es posible manejar las emociones de una manera saludable. Sin embargo, mientras los adultos reconocen la importancia de no dejarse llevar por sus emociones, los adolescentes suelen ser más impulsivos.
Sólo quienes son capaces de comprender que las emociones no definen su autoestima, suelen tener mayor confianza.
Puede ser que ellos todavía no logren controlar lo que sienten porque no lo entienden. Aún no han comprendido la importancia de ser honestos consigo mismos acerca de sus sentimientos. En ese momento podrán aceptarlos, expresarlos de forma sana, y cuidarse a través de una mente abierta y el apoyo de sus seres cercanos.
La intensidad de los sentimientos se puede reducir a través de la comunicación efectiva. Así es posible:
- Poner en palabras los sentimientos enfoca al individuo para aceptar la emoción y transmitirla a alguien en quien confíe.
- Olvidar el conflicto interno. Dejar de resistirse al obstáculo y comenzar a pensar en soluciones.
- Lograr una autorreflexión que libere de dudas.
Los sentimientos negativos a menudo están acompañados de confusión. La persona siente algo pero no logra reconocer qué es. A través de la comunicación hay más oportunidades de lograr una mayor comprensión. De esta manera, no sólo se aclara la situación, sino también las emociones alrededor de esta aparente confusión.
A través de la claridad y la aceptación es posible llegar al bienestar emocional.
Rechaza las respuestas automáticas de la sociedad
En ocasiones, es fácil ver que, frente a momentos de exposición emocional, tanto padres como hijos se dejan influenciar por una fachada de la sociedad.
Los sentimientos solían reflejarse en términos de comportamiento masculino y femenino. Mientras se alienta a la represión de los hombres, se juzga el “desastre emocional” de las mujeres. Los adolescentes que observan esto pueden sentir mayor confusión y tener consecuencias negativas a futuro.
Puede ser fácil malinterpretar las emociones. Cualquier juicio mal planteado podría sentirse como rechazo o incomprensión. Por ello, además de que tu hijo aprenda a expresarse y gestionar sus emociones, también es tu deber responder positivamente a sus emociones y crear un ambiente de confianza y expresión.
Hace falta un equilibrio. Procura no desatender ni descartar las emociones de tu hijo que no te parezcan agradables, porque él o ella comenzarán a hacer lo mismo y estarán más cerrados al diálogo. Aunque no sea intencional o se sienta como salir de tu propia zona de confort, piensa que es por el bien de una persona que te considera un apoyo fundamental en su vida, así no lo exprese de forma tangible.
Plantear respuestas positivas en la gestión de emociones en adolescentes
Cuando respondes de forma positiva a estas emociones, las estrategias de abordaje mejoran. De esta manera, los adolescentes comprenden que no hay emociones malas.
Hay algunas estrategias para encaminar una convivencia emocional más óptima:
- Dar comentarios cálidos. Reconoce que la situación por la que pasa tu hijo es difícil y recuérdale que lo escuchas y estás ahí como apoyo.
- Acepta sus emociones. Plantea la normalización de sus sentimientos, y cómo todos se han sentido así en algún momento de sus vidas.
- Brinda comentarios de apoyo y no hagas mucha presión. Tu apoyo debe ir más allá de las palabras. Plantea un lugar en su relación donde puedan colaborar para solucionar algún conflicto.
- Sé paciente. Puede que en un principio no funcione, pero a largo plazo estos intentos harán la diferencia. Tu hijo se sentirá menos confundido al tratar con sus propias emociones y verá alternativas para manejar la situación.
- No demostrar incomodidad o rechazo a las emociones fuertes, sino calma y entendimiento.
- Hablar sin distractores (TV, móviles u otras personas). Tu hijo debe reconocer que tienen toda tu atención.
Sólo a través del tiempo, se creará un ambiente de confianza, uno donde los más jóvenes noten el interés amoroso de sus padres respecto de sus sentimientos. Esto sin duda mejorará la relación, a un nivel muy profundo.
El trabajo de la gestión de emociones en adolescentes
A veces se asume que los adolescentes ya saben cómo controlar sus emociones o que es un área inaccesible para los adultos.
Todo esto puede mejorar a través de estrategias de coaching directo.
A través del trabajo de crecimiento personal, es más probable que las mentes jóvenes aprendan a desarrollar relaciones más saludables, conciencia emocional y autocontrol. Además, esto parece mejorar la autoestima, los niveles de estrés y el rendimiento académico.
La carencia de gestión emocional se puede prevenir con técnicas de desarrollo personal.
En Tarifa Kitesurf Camp tenemos las herramientas para complementar la formación de tu hijo, en medio de esta compleja etapa. Somos la guía perfecta para acompañar a nuestros campers para que conozcan sus habilidades, manejen sus estados de ánimo, procesen sus conflictos internos y lleguen a su verdadera fortaleza.
Nuestro trabajo, a través del desarrollo personal en el entrenamiento deportivo, se divide en:
- Sesiones de coaching educativo
- Dinámicas prácticas experienciales y divertidas
- Autoconocimiento, gestión personal, emocional y social
Aquí podemos abordar la gestión de emociones a través de la aceptación, la flexibilidad y el autoconocimiento.
Además, en nuestro campamento de verano en Tarifa, tu hijo podrá tener otras alternativas para enfocar sus emociones en actividades más saludables.
Podrá disfrutar de actividades físicas, como longboard, surf, kitesurf, natación y muchos otros deportes que lo ayudarán a liberar toda su energía y las endorfinas. También, durante su estadía podrá convivir con nuevas amistades, con intereses afines.
¿Te gustaría saber más al respecto de la gestión de emociones en adolescentes? No dudes en comunicarte con nosotros para informarte de todo lo que podemos hacer por tu hijo.
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