Sí, los adolescentes que están centrados en el presente son más felices. Saben de manera orgánica o han aprendido cómo mantener a raya, tanto los pensamientos rumiantes y preocupaciones acerca del futuro que tanta ansiedad producen, como los pensamientos sobre lo que pasó o dejó de pasar en el pasado que nos ponen tan melancólicos.
Son adolescentes felices que saben cómo disfrutar del momento presente, apoyarse en los aprendizajes del pasado y proyectarse hacia el futuro.
Si no vivimos en el presente, nos perdemos la vida
¿Alguna vez has podido comprobar cómo cuando uno está completamente entregado a una actividad solo existe felicidad?
Por ejemplo leyendo un buen libro, haciendo cerámica, pintando y por supuesto, por supuesto practicando deportes: kitesurf, surf, caballo, escalada, nadando, etc.
Nuestros adolescentes lo dicen sobre las experiencias deportivas que les ofrecemos en nuestros campamentos de verano: “Cuando estoy en el agua me olvido de todo. Solo existe el mar y yo.”
¿Sabes la sensación de la que te hablo?
Estar 100% ahí, en lo que estás. ¡Qué maravilla!
Y qué escasas veces ocurre si no ponemos atención para que ocurra.
En el presente no existe melancolía (exceso de pasado)
En el presente no existe ansiedad (exceso de futuro)
¡Chimpón!
Vivimos en una sociedad que no pone conciencia en la importancia de vivir aquí y ahora. Es una sociedad muy rápida. Enfocada al tener y al hacer en lugar de al ser.
Muy común tener una sensación de que la vida se nos escapa de las manos sin disfrutarla plenamente. Y esto provoca pena, y/o culpa.
Muy habitual estar en el afán de controlar lo que pasará, preocupados por cosas que nunca ocurrirán. Y esto puede producir ansiedad y estrés.
Y en general, los padres no aportamos mucho porque estamos también en estas ruedas locas. Andamos como pollos sin cabeza como dice Victor Küppers.
Mi hija pequeña es mi maestra preferida para estar 100% centrada en el presente; cuando la dejo que me enseñe, claro.
A veces, salgo a pasear con ella por el campo y como se va parando en todo, de manera automática y con una meta que solo existe en mi mente, le digo: “vamos Vega”.
A ella, en cambio, le da igual a dónde lleguemos. Lo que sí le importa es pararse en cada pequeña cosa del camino y dejarse sorprender. Una flor, un palo, una telaraña, una huella, un olor…
Y yo, en mi dificultad de salir del ruido de mis pensamientos que están en cualquier sitio menos en el paseo, estoy ahí diciéndole, venga cariño, vamos, no te pares tanto que si no, no llegaremos nunca.
¿A dónde mamá? ¿a dónde hay que llegar? Y entonces pienso, ay dios, es verdad. Respiro y me uno a ella para contemplar los tesoros que me muestra y dejarme sorprender.
¡Gracias pequeña maestra!
Y lo peor de todo, es que después, a mi hija adolescente, que ya ha aprendido mi misma dificultad para estar aquí y ahora, le recrimino esa conducta y la insto a ser capaz de disfrutar del proceso, del momento presente. ¡Qué locura!
Aprender a vivir centrados en el momento presente para ser más felices
Y por eso me parece tan importante que los adolescentes aprendan recursos y herramientas que les permitan vivir centrados en el momento presente y sentirse más felices. Estar en el aquí y en el ahora, que es donde realmente ocurre la vida.
Ahora te voy a explicar cómo trabajamos con los adolescentes en nuestro campamento de verano de inteligencia emocional a través de experiencias deportivas.
Mi hermano Ángel, que es un crack, diseñó la actividad de desarrollo personal “Mandala del ser”. Y hoy quiero hablarte de ella.
Es una de mis actividades preferidas del desarrollo personal. A nuestros adolescentes les encanta también. Se quedan “flipaos” con la cantidad de información que aprenden sobre ellos mismos.
Autoconocimiento puro y duro.
¿De qué va esta actividad? Te explico un poco.
Paso 1. Les pedimos que caminen sobre un círculo dividido en 4 cuadrantes (en blanco, sin información) que hemos dibujado previamente en el suelo. Después, les pedimos que paren en la zona que sientan “su zona”.
Esto es un súper ejercicio sistémico que funciona. Resulta que se paran justo en el cuadrante que representa su mayor dificultad para estar en el presente.
Paso 2. Les desvelamos donde se han parado y ya sí, dejamos ver la información de cada cuadrante del círculo.
Descubren los 4 principales ladrones que nos impiden vivir en el presente.
Queridas familias, os los presento. Son: el pasado, el futuro, el yo mismo y los otros.
Estos 4 “delincuentes” son los que nos impiden vivir plenamente el momento.
Y descubren cuál es el ladrón más frecuente en cada caso, es decir con cuál o cuáles de ellos suelen perderse la vida.
Algunos descubrimientos que se han producido en nuestro campamento de verano
¡Atención! Me invento los nombres pero son casos reales:
- Lorena, se suele perder el presente en el “yo misma”. Está siempre pensando que no será capaz de conseguir eso que quiere.
“No soy capaz”. “No soy suficiente”
- Lucas, se lo pierde en el “futuro”. Está siempre pensando en si les pasará algo a sus padres y también le preocupa mucho la incertidumbre del futuro.
“Me inquieta lo que pasará, o no pasará, con mis estudios, con mi familia, con mis amigos, con mi vida…”
- Irene, se va del presente porque vive mucho “en el pasado”. Y siente culpa y nostalgia. Cree que estaba mejor antes que ahora y siente culpa porque perdió algunos seres queridos ya que cree que lo hizo mal con ellos.
“Es que lo hice fatal. Les tendría que haber dicho que les quería mucho y no lo hice”
- Y Juan, se pierde la vida porque está centrado “en los otros”. Recuerda momentos dolorosos de su pasado en los que algunas personas le hicieron daño y siente rencor y dificultad para confiar.
“Nunca tendría que haber confiado en él, me la jugó”
Wow. ¿Interesante, no?
Y después, cuando estos maravillosos adolescentes, ven en qué tipo de pensamientos se pierden sus cabecitas, entonces pasamos a aprender y practicar algunas técnicas, recursos y herramientas que nos ayudan a vivir más centrados en el presente.
Porque como te dije al principio, si estás en lo que estás en cada momento, solo hay felicidad.
Hablemos 10 minutos sobre tu adolescente
Hasta aquí este artículo. Ojalá te haya gustado y te haga reflexionar sobre tus propios ladrones de felicidad y los de tu adolescente. ¿Está tu adolescente centrado en el presente?
Como siempre, quedo a tu disposición para hablar personalmente.
Estoy deseando que me cuentes sobre tu adolescente. ¿Dónde se “enrosca” más”? ¿En el pasado, en el futuro, en el yo-yo-yo o en los otros?
Y si quieres te cuento cómo ayudo a mis hijas a desenroscarse (y a mi misma claro).
Llámame o mándame un mail y dime que te llame. Hablamos 10 minutos. Sin compromiso.
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Un abrazo y ¡Feliz día!
#LosCámara (Eva)
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